El modelo europeo de despilfarro, de extender cheques hasta agotar el talonario una y otra vez se acabó, al menos por ahora. Se ha terminado. Era sencillamente insostenible, incluso para este gobierno que tanto presume de políticas sociales y que ha contribuido, con su inmovilismo, a agravar una situación ya de por sí suficientemente seria. Ahora toca austeridad, reducir el déficit, lo que implicará que los Estados seguirán gastando más de lo que tienen, pero menos, para ir acercándose poco a poco al déficit cero.
Lo preocupante de todo esto es el tiempo que han tardado en darse cuenta de que la situación era insostenible y todo gracias a esa banda de canallas impresentables que son los especuladores a los que luego van a pedirles el dinero en los mercados de deuda. Resulta paradójico el discurso de esta clase política. Los que han sostenido este estilo desenfrenado de gasto de los Estados, ésos que han comprado la deuda pública de los distintos Estados europeos, ahora son unos lobos feroces, pero, a pesar de todo, los gobiernos hacen, dicen hacer mientras cantan victoria, mientras fingen no dar satisfacción a esos buitres ávidos de carnaza, lo que esos mismos desaprensivos le han llevado a hacer: reducir el gasto. Y, es que, ¿qué se le va a hacer? Si quien hasta ahora te prestaba el dinero cree que no eres lo suficientemente solvente o que puedes llegar a no serlo, más vale que te esmeres en agradarle y te avengas a mejorar tu solvencia.
Cuando esta tarde he visto la noticia de que el gobierno de España, de que José Luis Rodríguez Zapatero ha anunciado medidas adicionales al plan de austeridad, no podía creermelo. Después, cuando he visto que era cierto, tampoco he podido disimular mi alegría y no es para menos: con tanto inmovilismo estaba en juego la solvencia de España, la seguridad de nuestro sistema monetario y, en definitiva, la recuperación económica, y eso nos afecta a todos. Ahora viene lo difícil: lidiar con los sindicatos, enfrentarse a los monstruos que ellos mismos han creado y acabar con su propia retórica estatista en la que todo está perdido si el Estado recorta gastos. Deben, ante todo, luchar contra sí mismos, contra su propia esencia política, contra su socialismo y aún albergo dudas de que sean capaces de hacerlo, especialmente el presidente del Gobierno. Y es que, no nos engañemos, estos ajustes se los debemos a Alemania y a EEUU. Después de todo, Zapatero y Salgado han debido de salir escaldados de las reuniones tensas en Bruselas. Por último, la llamada de Obama ha sido la guinda que este gobierno necesitaba para salir de su fantástico mundo voluntarista y poner los pies en el suelo. Sólo espero, y esto es más la expresión de una esperanza que de una expectativa, que no tengamos que vernos en una situación similar para que el gobierno reaccione.
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12 de mayo 2010
Entrevista de Elena Salgado en Los Desayunos de RTVE en la que admite que la reunión en Bruselas fue "tensa".
11 de mayo 2010
2 comentarios:
Al final, parece que Zapatero se ha tenido que tragar sus palabras. Según he leído, prometió que no iba a tocar ni a los trabajadores ni impulsaría recortes en derechos sociales para combatir la crisis. Además, según he leído también, es el primer presidente de la democracia que baja el sueldo de los trabajadores.
No sé si su solución es la correcta y si funcionará, pero me da que ya se ha ganado muchos más detractores de los que tenía. Ha demostrado no saber hacerle frente a la crisis con su gobierno.
Si no dimite antes de las elecciones, me da que el PSOE se va a dar un buen batacazo en los próximos comicios, aunque bueno, en ese caso el PP tomaría el poder, y no sé si será peor el remedio que la enfermedad, porque Rajoy no es que me inspire mucha confianza...
Esperemos que todo se termine pronto y podamos decir, de verdad y con la boca bien abierta, SE ACABÓ.
La verdad es que lo único que se acaba aquí es la política de endeudamiento desenfrenado de los Estados. Ahora está por ver qué va a pasar: si la recuperación se frena, si vuelve la confianza, si vuelve el pánico a los mercados de dueda cuando alguno de los PIGS vuelva a emitir bonos... En fin, la incertudumbre es lo único seguro en este momento. Por lo demás, en lo que respecta a la crisis, esto no es más que el continuose del empezose.
Un saludo.
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