Hay una especie de ley natural en política que puede resumirse en lo siguiente:
- Cuando la izquierda llega al poder, la derecha dice que la nación y la libertad está amenazada.
- Cuando la derecha llega al poder, la izquierda dice que el Estado del Bienestar está amenazado.
Todos sabemos que nada de eso pasa. Ni la derecha deja de ser socialista ni la izquierda deja de ser patriótica. Pero es una especie de ecuación que "equilibra", por no decir tensa, la vida pública. Y, así, cuando Zapatero llegó al poder, muchos conservadores, hablaban de destrucción de la nación española, discutida y discutible, etc. Ahora le toca el turno a la derecha norteamericana y, especialmente, a un pequeño grupúsculo alimentado por la FOX que se ha dado en llamar el "Tea Party", como si fueran una especie de genuinos representantes de los amotinados del Té en Boston antes de la Guerra Revolucionaria. Venga, por favor, todos sabemos que el "Tea Party" habría apoyado a los británicos. ¡No veis que son los conservadores! Un señor como el honorable Thomas Paine, clave en la Revolución con su manifiesto “Common Sense”, hubiera sido calificado como un lunático y, sin duda, como un socialista, si ese término hubiera existido, por aquellos que ahora se dan en llamar “Tea Party”. Porque Tomas Paine apoyaba ciertas medidas de protección social en una época en la que el socialismo ni existía como ideología (claro que las expuso en su mayoría después de la Revolución Americana, quizás por ese lado se hubieran salvado los del "Tea Party"). Así que, en fin, una vez dicho esto. El “Tea Party” es, digamos, uno más de estos grupos conservadores con tres monos y dos sillas en la cabeza. Por un lado, tienen ideas relativamente sensatas sobre el papel del Estado, son firmes defensores de la libertad de empresa y creen que el Estado no está para crear empleo sino para proteger nuestros derechos que no han sido reconocidos por el Estado sino que nos son inherentes en tanto personas. Hasta ahí bien, no voy a entrar en la justificación religiosa de su iusnaturalismo, pero la divinidad es perfectamente prescindible en esa postura y tampoco voy a entrar en el grado de intervención estatal deseable porque parece que hay ciertos derechos como el de la salud que ellos no ven tan fundamental. Sin embargo, por otro lado, tienen ideas curiosas sobre la prohibición de la discriminación racial en negocios privados, sobre la homosexualidad, sobre el aborto o sobre la teoría de la evolución de las especies de Darwin. Digamos que, en general, no son muy amigos de la ciencia y que, en algo, le dan un aire a los puritanos que poblaron ese país hace más de dos siglos.
El martes próximo, se celebran elecciones legislativas en EEUU y el "Tea Party" presenta sus candidaturas. Ramón Lobo, autor del blog En aguas internacionales de El País, hace una interesante selección de vídeos (Tea Party, ¿solo o con mala leche?), incluyendo discursos y entrevistas de algunos de los candidatos. Algunas declaraciones son verdaderamente escalofriantes. Yo confío en que poca gente se crea la bola que están vendiendo, eso de que son los adalides de la libertad porque, nada más lejos de la realidad, son los abanderados de la represión, de una represión mucho más sinuosa y oculta que la estatal, la represión puritana. Sí, la nueva Seguridad Social de Obama será una "amenza" para todos aquellos enfermos que no puedan permitirse el tratamiento y que ahora estarán cubiertos por el "maligno" gobierno federal, pero esta gente, el “Tea Party” es una amenaza para todos aquellos que no comparten su tradicional estilo de vida.
En cualquier caso, los terceros partidos en EEUU siempre han sido movimientos efímeros a la sombra de un bipartidismo mucho más estable aunque tampoco exento de cambios. Sin embargo, eso no quita que sean partidos con cierta relevancia, especialmente si se trata de unas elecciones legislativas como las del martes. Veremos hasta qué punto el "Tea Party" canaliza el malestar de los WASP contra el primer presidente negro de EEUU.
El País. 27 de octubre 2010.
El Mundo. 22 de octubre 2010.
El País. 6 de febrero 2010.
Increíble la habilidad de Sarah Palin para eludir la primera y muy incómoda pregunta de la periodista.
El discurso de Marco Rubio es brillante, muy emotivo, cargado de dramáticas historias personales y, también, con sentido del humor, pero no he podido evitar estremecerme cuando dijo que a los terroristas que quedaran con vida los capturarían, sacarían la información útil de ellos y los llevarían a la justicia ante un Tribunal Militar en Guantánamo, todo ello entre las risas y la ovación final de un auditorio entregado a la causa de la seguridad nacional caiga quien caiga. Que cada cual entienda lo que quiera por "sacar la información útil", se ve que estos señores defienden los derechos individuales según las acusaciones que se formulen contra alguien. Curiosa concepción universalita de los derechos humanos.
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