Uno de los mayores síntomas de decadencia que he visto en España recientemente no ha sido Zapatero, el gobierno, la ineptitud de los políticos, la corrupción, el desastre del informe PISA u otros asuntos varios. No. Fue el cierre del canal CNN+ lo que me ha tenido perplejo durante un tiempo. Para mí, para la poca televisión que veía, era uno de los dos canales predilectos: El 12 y el 14 en mi televisión, el canal 24 horas de TVE y CNN+. El resto no existía salvo por alguna tertulia interesante en LD TV que sólo podía ver en Madrid.
Los demás canales emitían la cartilla de ajuste para mí y ahora hay otro más que les pertenece: un canal donde emiten Gran Hermano ¡las 24 horas del día! (perdonad mis palabras, la cartilla de ajuste no se merece esta comparación). Nunca he creído en la televisión. Como todo medio de masas rezuma plebeyismo en forma de mediocridad, ignorancia y bajeza moral e intelectual. No hay nada que me interese de la televisión salvo algunos documentales y algunas series norteamericanas ¡que emiten a deshora, en castellano y, en algunos casos, desordenadamente! Salvo eso, eran las noticias de la 1 y algunas entrevistas y reportajes de CNN+ lo que me movía quizá a encender el aparato. Lo cierto es que casi todo lo que veo lo veo por internet. Nunca le he visto mucho sentido a tener que seguir los imperativos y los gustos de los programadores viendo “lo que echen”.
Pero, en cualquier caso, CNN+ aportaba algo, era un buen activo en la televisión española y se ha ido. Que un canal como ése no sea rentable dice mucho de la audiencia, que la alternativa sea Gran Hermano dice mucho más. Lo único que demuestra esto es que han vuelto a triunfar los bajos fondos, la estopa, el inmundicia, la excrecencia... Todo lo que esa masa informe que es la audiencia tiene por gusto, todo lo que le conmueve, le anima, le persuade o le acompaña ha demostrado ser, una vez más, la programación de peor gusto, lo que sólo deberían querer ver gente sin escrúpulos. ¿Dónde queda la sensibilidad?
Hay muchas formas de ver la decadencia: se refleja en el pésimo nivel de la clase política que nos gobierna ¡con nuestra aquiescencia! o en los malos resultados en los índices educativos, pero, sobretodo, se percibe por el gusto de una clase y de una época, por su nivel de refinamiento, por el grado de sensibilidad. Pero en España todos estos conceptos son alienígenas: a menudo vas por la calle y la gente no muestra gusto al vestir ni buenos modales ni cuida el lenguaje... En España acampa a sus anchas la chabacanería: eso es el Gran Hermano, ésa es la decadencia.
RTVE. 28 diciembre 2010.
2 comentarios:
Chapó!
No paro de encontrarme con blogs que critican esta supresión de la información que era CNN+ por meternos un canal 24h de no información, de BASURA.
No habría tantas quejas si el nuevo canal fuera de series de ficción, o enfocado al público infantil, o de documentales, pero no, tenían que poner Gran Hermano, ese 'gran experimento sociológico' que sólo fue grande en su primera edición (sí, yo estaba medio enganchado cuando lo estrenaron, pero después se convirtió en MIERDA).
Yo siempre he pensado que la televisión, como se hace a gusto de gran parte de la audiencia, es un fiel reflejo de nosotros y de nuestros gustos. Sin contar las retransmisiones deportivas, los mejores shares se los llevan Gran Hermano, Sálvame, DEC, los programas matutinos de actualidad y debate que tienen más de crónica rosa que de lo otro, etc. Así somos los españoles, y esto es lo que nos gusta, la BAZOFIA.
A este paso, en 2015 o 2020, tendremos un canal 24h de Belén Esteban, veremos en directo la boda de su hija, y sólo tendremos cortes de 5 o 10 minutos diarios para saber qué leyes se han aprobado, cómo ha ido la bolsa y poco más.
Qué pena...
La verdad es que tenía ganas de escribir esta entrada, pero no he encontrado el momento hasta ahora. Es cierto que podrían haber puesto un canal temático, pero no. La ínfima calidad se ha vuelto a imponer. Yo insisto, no creo en la televisión. Al menos no como funciona en España. Ni siquiera son capaces de producir buenas series. Por suerte, la radio, aunque medio de masas también, es otro cantar y también nos quedan algunos periódicos.
Un saludo.
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