Paul Krugman
Penguin, 2007.
296 páginas.
Voy a darle la bienvenida al 2011 con una obra política con un sentido muy económico. Como punto preliminar haré una aclaración sobre el título: la palabra inglesa “liberal” no alude a su “false friend” castellano "liberal", más al contrario, sería un equivalente a lo que en España se conocería como socialdemócrata o socialista. Y es que el libro de Paul Krugman es sobretodo una declaración de principios socialdemócratas en unos EEUU que considera profundamente desiguales.
La obra parte de una serie de premisas que hunden sus raíces en un análisis histórico-económico del país. La “Gilded Age”, periodo marcado por una gran desigualdad, fue superada por la crisis de los años 30 y el “New Deal”, que llevó a EEUU a lo que Paul Krugman llama “Great Compression”: todo un periodo en el que las políticas de Franklin Delano Roosevelt y su herencia tienen un efecto de reducción significativa de la desigualdad entre los americanos y que convierte a EEUU en un país de clase media. Tras analizar los logros del “New Deal” y de la “Great Compression”, Krugman nos lleva a un análisis de la creciente desigualdad del país, desigualdad que proviene de la ruptura de esas políticas socialdemócratas desde la década de los 70 y, especialmente, desde Reagan en los 80. Krugman, realiza todo un análisis del porqué de la ruptura de esas políticas y nos lleva a un viaje desolador por la historia del movimiento conservador y la toma del Partido Republicano por éste.
Krugman plantea inicialmente un dilema interesante: ¿cómo es posible que una serie de políticas que benefician a la mayoría de la población y que tienen per se en las encuestas un apoyo mayoritario sean rechazadas en las urnas? La respuesta es clara: el movimiento conservador, a través del partido Republicano, utilizó desde los 70 el voto racista para desmantelar la estructura del Estado del Bienestar. Y es que el partido republicano nunca fue fuerte en el sur. Sin embargo, los demócratas, que habían contado hasta los sesenta con un apoyo sureño importante, no sólo por cuestiones históricas sino porque el "New Deal" benefició especialmente a éste, comenzaron a perder su hegemonía en cuanto se convirtió no sólo en el partido del “New Deal” sino en el abanderado de los derechos civiles, por ejemplo, de los negros. Entre las agitaciones por los derechos civiles y las insinuaciones de que los negros abusaban de las ayudas del Estado, los republicanos lograron socavar los estables cimientos del Estado del Bienestar americano.
Paul Krugman nos ilustra con numerosos datos y citas de las consecuencias de este viraje político especialmente en el sur. La “Great Compression” tornó a su fin conforme el movimiento conservador fue ejecutando sus políticas y, aunque la economía crecía, el nivel de vida de los americanos no mejoraba sustancialmente. Esto, que no era tan evidente hasta no hace mucho, se hizo patente en la última década donde los datos reflejan que la mejora de la economía hasta el 2007 no había sido percibida por la mayoría de los norteamericanos.
Y he aquí donde cobra su sentido el libro de Krugman. EEUU necesita un nuevo "New Deal", “a new New Deal”, que devuelva a los EEUU la clase media que ha perdido. Y el gran eje de ese retorno a una “Great Compression” es, como no, la reforma sanitaria. Este asunto es analizado en detalle por el autor, que muestra en la comparativa con otros países lo sangrante del caso norteamericano: un sistema que deja sin protección a millones de personas, que deja con mala protección a otras tantas y que arruina a muchos y que es, encima, mucho más caro que sistemas de protección universal como los que tienen el resto de países desarrollados del mundo, especialmente Canadá, Francia o Reino Unido (países elegidos para la comparativa). El sistema sanitario norteamericano no funciona, deja por sentado Krugman. Urge una reforma y de su éxito depende el futuro avance del movimiento progresista en EEUU que fomente políticas de mayor cohesión social. Lo que Krugman no previó probablemente antes de escribir el libro es que tan sólo un año después iba a desatarse la peor crisis de la historia desde los años 30. ¿Será éste el momento más apropiado para que EEUU vuelva a fortalecer su Estado del Bienestar o es ya demasiado tarde?
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