martes, 31 de marzo de 2009

70 años del triunfo de la involución

Franco y su mejor aliado durante la guerra


La España de la década de 1930 volvía a encontrar el camino de la gloria. Conocía un renacer cultural y científico como nunca en mucho tiempo y, por primera vez en su historia, era una democracia moderna. Este sueño de progreso para España se vio truncado definitivamente por el golpe de varios generales. Entonces, la República, asfixiada por la soledad exterior (en un contexto de apaciguamiento del fascismo en Europa) y la revolución interior (desbocada tras el golpe) fue cediendo lentamente ante la supremacía de unos militares insurrectos que contaban con el apoyo de Hitler y Mussolinni. Mañana, 1 de abril, se cumplen 70 años de ese parte bochornoso, símbolo del más miserable triunfo de la fuerza y el fascismo sobre la libertad y la democracia republicana. La guerra trajo consigo la muerte, la destrucción, el exilio, la persecución y la represión. Con la victoria de Franco y su dictadura, España sufrió un atraso económico en su recuperación de una década respecto a otros países europeos. La cultura y la ciencia tardarían mucho más en recuperarse aunque hubo pérdidas irreparables. El daño que a la moral de este país ha causado la derrota de ese proyecto ilusionante de progreso y modernidad ha sido y sigue siendo enorme. Ahora nos corresponde a las nuevas generaciones reivindicar esos años de progreso, dejar la amnesia, la ambigüedad y sentirnos tan orgullosos de esos años como avergonzados del golpe, de la guerra y de la dictadura. ¡Viva la República!

domingo, 29 de marzo de 2009

El liberalismo

Quisiera compatir con los lectores de este blog un artículo de opinión que acabo de econtrar escrito por Antonio Garrigues Walker publicado en el periódico ABC el año pasado acerca del liberalismo y sus valores.



viernes, 27 de marzo de 2009

El aborto

La cuestión del aborto se ha vuelto a suscitar entre la opinión pública española ante la reforma que plantea el gobierno y que se enfrenta a dos posturas muy encontradas y aparentemente irreconciliables. Por un lado, las asociaciones de mujeres feministas pro-aborto intentan que se reconozca como un derecho de la mujer. Por otro lado, las asociaciones neo-conservadoras y las diversas iglesias plantean el tema del aborto como si de un homicidio se tratase. La verdad es que después de ver estas dos posturas quería opinar en diversos aspectos y ampliar el debate.


Primero, creo que el aborto no supone un progreso. El aborto es siempre un fracaso personal y, para la comunidad, el fracaso de las políticas de educación sexual y de planificación familiar (ya entraremos otro día en las incongruencias de algunos sobre este tema). Pero, además, el aborto no es una buena solución. Supone la pérdida de un feto o un embrión. Esto no puede plantearse como un avance, como un progreso y, menos aún, como un derecho. Segundo, intentar equiparar el aborto con el homicidio de una persona es un engaño. No se puede pretender, como hacen algunos, que la pastilla del día después y el aborto de un feto es lo mismo y que, por tanto, tienen la misma gravedad y merecen el mismo reproche jurídico. Algunos argumentan que como hay vida desde el momento de la concepción y que como lo que se destruye es vida, entonces, está matando a una persona igualmente la mujer que se toma la pastilla del día después que la mujer que aborta un feto perfectamente viable de siete meses. Este argumento es falso. Vida se destruye siempre en un aborto, pero no cabe duda de que es más grave y merece un reproche jurídico mayor el segundo caso que el primero. El daño que se causa al bien jurídico protegido es mucho mayor si se aborta el feto de siete meses y la respuesta del ordenamiento jurídico no puede ser igual. El criterio a aplicar es de gravedad del hecho y no de existencia o no de vida porque es intrínseco al aborto la destrucción de la vida. Lo que se plantea es en qué casos esto puede ser legítimo y justo.


Con estos parámetros en mente, veamos la diferencia entre la legislación actual y lo que propone el gobierno. Actualmente, el aborto es un delito con tres supuestos de atipicidad, es decir, con tres supuestos en los que la interrupción voluntaria del embarazo no entra dentro del tipo y, por tanto, no es delito. Estos tres supuestos son bien conocidos por todos: riesgo para la salud física o psíquica de la madre, malformaciones y violación. Esto se conjuga con diversos plazos. El espíritu de la norma no es malo. Deja claro que el aborto merece una respuesta penal, pero establece tres supuestos en los que se entiende que hay un interés a preservar por encima de la vida del no nacido. Son situaciones en las que, ante un conflicto, el derecho resuelve a favor de la madre. Sin embargo, con esta normativa se ha planteado el problema de la efectividad de la norma. Felipe González dijo cuando era Presidente del Gobierno que no iba a meter en la cárcel a ninguna mujer por haber abortado. Esto se tradujo en que ningún fiscal ha ejercido la acción penal (tampoco con los gobiernos de Aznar). En la práctica, ha sido un delito que no se ha perseguido. Pero, además, la propia norma se prestaba a excesos en el supuesto de riesgo para la salud psíquica. En la práctica, no costaba nada conseguir un informe favorable en alguna de estas clínicas abortistas. De modo que la norma actualmente vigente ha destacado por su ineficacia hasta que diversas asociaciones comenzaron a ejercer la acción penal contra varias clínicas y mujeres que habían abortado. Ha sido el quehacer de los anti-abortistas lo que ha abierto el debate porque a la opinión pública le parecía horrible que estas mujeres pudieran ir a prisión por haber abortado.


Al final, todo ha quedado en una propuesta del gobierno que tiene un defecto: da pie al aborto libre y, por tanto, al ejercicio más frívolo e injusto del mismo y, por otro lado, al ser más rígido con los plazos y los supuestos, da mayor seguridad jurídica. Esto sí es muy positivo porque ante todo la mujer debe saber si está delinquiendo o no. Con la actual legislación, muchos informes psicológicos plantean serias dudas sobre si existe realmente el riesgo o si el informe es falso. La nueva ley parece resolver esto correctamente. Este supuesto desaparece, pero, por otro lado, hay aborto libre en un determinado plazo. Sin embargo, la cuestión de fondo sigue siendo si estamos dispuestos a que una mujer vaya a la cárcel por un aborto y si creemos que la prisión es en estos casos el mejor medio de respuesta que tiene el derecho, si se va a conseguir con ello el fin de disuasión y de reinserción o si, por contra, las penas son en este caso peores que el mal que se pretende evitar. Creo que la nueva norma corre el mismo riesgo de ser ineficaz aunque la seguridad que reporta es positiva si las asociaciones anti-abortistas continúan con sus acciones. Sólo pido que se plantee un debate sobre todas las cuestiones que he dejado encima de la mesa con rigor, sin fanatismos y, sobre todo, sin perdernos en especulaciones teológicas sobre la vida que poco ayudan a la hora de encontrar soluciones justas.

martes, 24 de marzo de 2009

Una campaña falsa

Parte del cartel de la campaña

La última campaña lanzada por la Conferencia Episcopal contra la reforma sobre el aborto que plantea el gobierno consiste en presentarnos a un bebé que gatea junto a un lince. Encima del lince se puede leer, a modo de estampa de un sello, la palabra 'protegido'. Mientras tanto, el bebé exhorta al espectador estupefacto: ¿Y yo?... ¡Protege mi vida! El cartel parece dar a entender que con la nueva reforma se permitirá matar bebés mientras que el lince seguirá estando protegido.


Quería hacer varias apreciaciones. Primera, la vida del bebé no está desprotegida en España (ni lo estará con la reforma). Al contrario de lo que insinúa la campaña, matar a un bebé es un homicidio (como matar a cualquier persona) que está tipificado en el Código Penal. Más aún, nunca la infancia ha estado tan protegida como lo está ahora. Segundo, la protección del lince es completamente distinta a la protección de la que goza una persona. Que haya determinadas normativas administrativas de protección de la naturaleza y el medio ambiente no quiere decir que se esté desatendiendo la protección del ser humano ni que la naturaleza goce de una mayor protección. De modo que lo que plantea la Conferencia Episcopal en su campaña es sencillamente un engaño, un fraude. Es falso. No diré que mienten porque eso implica un ánimo de engañar que ignoro, pero, sin lugar a duda, insinuar, como hace la campaña, que los bebés están indefensos (o que lo van a estar con la reforma que se plantea del aborto) es un grave error que genera una percepción falsa de la problemática del aborto.


Noticia completa con fotografía de la presentación de la campaña

jueves, 12 de marzo de 2009

Dos errores que han denigrado la política madrileña



El reciente cierre en falso de la comisión de investigación de la Asamblea de Madrid sobre el caso de espionaje en esta Comunidad es un grave error político que supone, por un lado, negar a los ciudadanos las legítimas averiguaciones y el control pertinente que debe hacer el legislativo sobre la posible actuación desviada del gobierno y, por otro, trasmitir una imagen de opacidad sobre la actuación de la Comunidad en este asunto. Esta conducta por parte del ejecutivo de Esperanza Aguirre es poco trasparente y levanta una sospecha entre la ciudadanía, no ya sobre el propio asunto del espionaje y la posible implicación de algún consejero (tal vez Granados) sino sobre la idea misma que tiene este gobierno sobre el ejercicio de las funciones públicas que le competen.


Por otro lado, Tomás Gómez, líder de los socialistas madrileños, dio instrucciones para que ningún miembro de su partido acuda a ningún acto organizado por Esperanza Aguirre, orden que incluía la ausencia al acto celebrado en la Puerta del Sol en conmemoración por las víctimas del 11 de marzo de 2004. La reacción ha sido unánime en todos los medios de comunicación y en la opinión pública. Éste ha sido un gravísimo error. Y es cierto. Las divergencias políticas deben quedarse al margen cuando se trata de recordar a las víctimas de cualquier atentado. Me alegra saber que es algo obvio para la inmensa mayoría. En cualquier caso, hechos como éste y como el de la comisión están trasmitiendo una imagen pésima de la Comunidad de Madrid. Deberían sentir el bochorno que sentimos nosotros al verles actuar de esta manera.

domingo, 1 de marzo de 2009

Ganamos todos


Los resultados en Galicia y el País Vasco son alentadores. Dos cambios de gobierno. Uno, el de Galicia, necesario porque al bipartito le faltaba coherencia y le sobraba nacionalismo. Otro, el del País Vasco, imprescindible. Lo omnipotencia del PNV y del nacionalismo vasco en general se ha terminado. Lo que en Europa es una ideología trasnochada desde el fin de la Segunda Guerra Mundial ha visto perder el apoyo mayoritario en un País Vasco atenazado por el miedo y la violencia; donde lo que más hace falta es libertad, y un gobierno que la defienda y la promueva desde las instituciones.


Ahora el PSE, el PP y UPyD tienen un deber con los ciudadanos, la obligación de trasladar ese cambio del Parlamento Vasco a su gobierno y a todas las demás instituciones. Por fin, las víctimas, aquellos que llevan viviendo el miedo más que nadie durante tantos años van a ver a sus compañeros de sufrimiento y dolor en la Lehendakaritza. Es todo un símbolo de la regeneración democrática sólo comparable con la victoria de Felipe en 1982. La España que empezaba a reconciliarse entonces parece estar más cerca que nunca de tan feliz desenlace. Mis mejores deseos a Feijoo y a Patxi.