martes, 28 de junio de 2011

Soberanías nacionales

Por si alguien seguía pensando que los Estados nacionales aún son soberanos en Europa, la crisis griega está dejando en evidencia todo lo contrario. Lejos de conformarse con imponerle a Grecia una serie de condiciones a cambio del siguiente tramo de ayudas, el Consejo europeo se atreve a emplazar a la oposición griega a apoyar las medidas del gobierno de Papandreu. Y es que el líder de la oposición griega, aún piensa que Grecia es un país independiente, como supongo que harán muchos griegos. Nada más lejos de la realidad, ni Alemania si quiera parece capaz de mantener sus posiciones propias en el debate europeo.

Y es que la UE tiene una peculiaridad: mantiene a los países europeos muy interconectados económicamente, tan dependientes entre sí que los mayores afectados por una quiebra soberana griega serían los bancos alemanes y franceses y, con ellos, el corazón de la eurozona, con los devastadores efectos que tendría, no sólo para el crédito en esa divisa (y con ello para el crecimiento interno) sino también para países como el Reino Unido, cuyo comercio exterior depende en gran medida de la zona euro. Esta interdependencia se topa, no obstante, con un torpe sistema burocrático y político incapaz de coordinar suficientemente rápido y eficazmente los esfuerzos para paliar los efectos de la crisis de deuda.

De modo que la UE tiene las ventajas de tener una economía unida y también las desventajas, sin tener, en cambio, la estructura ni la homogeneidad que se esperan de una zona económica de esas características. Grecia tiene un grave problema de estructura del Estado, tiene un desproporcionado Estado del bienestar y un amplio sector público. La deuda contraída por ese despropósito de gestión parece, en cambio, que la vamos a pagar los contribuyentes, pase lo que pase. Si rescatan a Grecia, porque la rescatan (sería una transferencia directa de fondos) y, si cae, porque se rescaten los bancos con problemas debidos a dicha quiebra. Como diría José Mota: las gallinas que entran por las que salen.

¿Y qué obtenemos los contribuyentes europeos a cambio de semejante esfuerzo? El reproche de que sólo nos importa el dinero, no las personas, y la laxa garantía de que unos técnicos de la troika al rescate se asegurará de que los que han arruinado el país, lo saquen adelante. El problema de Grecia pone de manifiesto que si los europeos queremos conservar nuestro famoso modelo de bienestar, debemos hacer concesiones a la Unión. No es suficiente con estar unidos en la burbuja, cuando todo va bien y la confianza, a la par que el crédito, fluye desmesuradamente, también hay que estar a las duras, cuando toca devolver el crédito y un país ha demostrado ser incapaz de gestionar sus recursos. La interferencia en la soberanía griega del Consejo europeo es el síntoma de algo que ya venía pasando. A Grecia no le importó ser europea cuando tenía los tipos de interés bajos en el marco de una coyuntura económica favorable. Ahora que toca aplicar recortes, tampoco debería importarle ser europea, especialmente teniendo en cuenta que el dinero se lo deben mayoritariamente a europeos.

El problema sigue siendo, en cambio, la falta de integración política y fiscal de la UE. Ya se sabe que la velocidad del grupo es tanta como la del individuo más lento. Ése es el problema de Europa, sigue siendo un grupo, no una unidad. Cuando toca mirar a la economía, se mira, por ello, a los países individuales, no a la economía europea en su conjunto, que no es tan débil como se inferiría de las noticias de estos días. Esto, en cambio, exigiría una integración que disolvería muy buena parte de la soberanía de los Estados, incluido el griego, que no es el único que está viendo como su país lo gobiernan desde Bruselas y no desde Atenas (mera sede formal). Esto es lo que muchos temen: una unión que diluya los Estados. La alternativa, en cambio, ya está vista: una mastodóntica confederación que se tambalea aturdida sin saber qué rumbo tomar y en la que los Estados siguen siendo, al menos formalmente, soberanos.

sábado, 25 de junio de 2011

Un gran paso adelante, pero insuficiente

El anuncio de Esperanza Aguirre de reformar la ley electoral de la Comunidad de Madrid en la legislatura entrante para desbloquear las listas y mejorar la representatividad es una gran noticia. Con su acreditada trayectoria como político coherente y cumplidora, el anuncio de por sí es un paso, pero no basta.

Si esta reforma se termina materializando y la Comunidad de Madrid desbloquea sus listas en las elecciones, se habrán sentado las bases para que se haga lo mismo en el resto de España, pero no será suficiente para que los partidos nacionales democraticen sus estructuras internas y mejoren sus procesos de elección de candidatos, que es a lo que al final debería llevar un sistema de listas abiertas, es decir, a dar verdadero poder al electo y no al jefe que le “deja” ir en la lista. Esto, sin embargo, parece posible sólo si finalmente se generaliza el uso de listas abiertas. De lo contrario, los partidos regionales en Madrid verán ligeros cambios en sus estructuras de poder sin que eso termine de traducirse en cambios generalizados a nivel nacional… Será un parche o, mejor, un oasis, pero España seguirá viviendo el lamentable espectáculo de listas con imputados con gran respaldo ciudadano y cosas esperpénticas varias que no tendrían por qué pasar en un sistema de listas abiertas.

En cualquier caso, si Esperanza Aguirre de verdad quiere que esto tenga profundas implicaciones, que incluso cambiarían para siempre la forma de funcionar de su partido, debería poner todos los medios para que Mariano Rajoy no sólo proponga una reforma similar a nivel nacional sino para que la haga, junto con la crisis económica, el eje central de su campaña electoral. Si así lo hiciera, sería toda una lección para las célebres últimas Cortes franquistas que aprobaron la Ley para la Reforma Política: esto sí que sería un "hara kiri", especialmente después del dedazo fragaliano con bigote del 2003.


El País. 13 junio 2011.

martes, 21 de junio de 2011

Bloqueo del Tribunal Constitucional

Desde que el PSOE ganó las elecciones de 2004, el PP adoptó una estrategia de deslegitimación del gobierno, basada generalmente en la idea de que, dadas las especiales circunstancias de los comicios del 14M, ese gobierno no era verdaderamente legítimo.… Y fue así como el PP comenzó a hacer una serie de cosas absolutamente contrarias al juego leal de un partido democrático, mientras el Zapatero más irresponsable destruía todos los consensos básicos… (y luego se quejan de que exista el 15M).

Así las cosas, sin desviarme mucho del tema principal, una de las cosas que el PP empezó a hacer fue bloquear absolutamente la renovación del Tribunal Constitucional y, ¿por qué no?, del CGPJ (que, si no recuerdo mal, sí fue renovado finalmente). Se veían en el poder en el 2008 de nuevo y, por si acaso, tenían que asegurarse de que las nuevas mayorías no se tradujeran al poder judicial, cuestión a la que no pusieron ninguna resistencia, en cambio, cuando Aznar ganó las elecciones. De modo que esto es lo que hay, por la actitud antidemocrática de las élites del PP, el PSOE ha tenido que gobernar con un poder judicial que reflejaba las viejas mayorías, así hasta que el PP tenga de nuevo el poder, cuando se apresurarán a renovar el Tribunal Constitucional conforme a las reglas de juego, lo que no le han permitido, en cambio, al PSOE durante todo este tiempo.

Este juego, que no hace falta ser Maquiavelo para desentrañar, revela la forma de ver y hacer política de la derecha que viene (y que nunca se fue del todo del poder judicial), una derecha que sabotea el sistema cuando no lo controla y que lo utiliza cuando sí tiene el poder, exactamente la misma actitud de la derecha republicana. Por suerte, la izquierda no se comportaba de la misma manera, hasta que vimos al Zapatero dinamitador de los consensos básicos. ¿Cuándo volverá la política en España a sus cauces normales? El PSOE, asomado a su autodestrucción, no parece estar por la labor de jugar a lo mismo, ¿cambiará Rajoy, en cambio, su forma de hacer política? Me temo que no.


El secuestro del Constitucional
Javier Pradera, El País, 15 junio 2011

sábado, 18 de junio de 2011

Esto no lo ponen en la tele porque sería incendiario

Que no se pasen de listos

La izquierda abertzale ha podido presentarse a las elecciones a través de Bildu y por una sentencia del Tribunal Constitucional. Los mecanismos del Estado de Derecho funcionaron para que esas personas que querían presentarse a las elecciones pudieran ejercer sus derechos fundamentales sin perjuicio del cumplimiento de la ley de partidos. Le guste a uno más o menos, es lo que hay, y en su día ya dije que tengo confianza en la forma de trabajar del TC y, por tanto, en su sentencia sobre Bildu.

Ahora bien, si Bildu ha sido como los demás a la hora de presentarse a las elecciones, también tiene que ser como los demás desempeñando cargos públicos, respetando los derechos fundamentales de los demás y el Estado de Derecho. La fiscalía debe estar muy atenta ante hechos como los de Basauri para que no volvamos a ver las tristes escenas de los amigos de los verdugos señalando a las víctimas en los plenos. Esos hechos, otros que puedan venir y nuevas pruebas que puedan aparecer sobre la vinculación de Bildu con ETA, deben estudiarse escrupulosamente, no sólo para evitar que se presenten a unas futuras elecciones (eso sí, con suficiente fundamento) sino, incluso si hiciera falta, para disolver aquellos ayuntamientos que se precisara, siempre de acuerdo con la ley.

Mi voto de confianza en la sentencia del Constitucional, es el mismo voto de confianza que deposito en la policía para que, si de verdad esto es así, se pueda demostrar con la suficiente contundencia el vínculo de Bildu con ETA. Somos demócratas y respetamos las sentencias del TC, pero que no se piensen que somos tontos. Ya hemos aguantado demasiado como para tener que seguir soportando las amenazas altaneras de esta gente. Si de verdad son ETA, una mayoría de españoles estaremos detrás de la fiscalía apoyando nuevas acciones legales para hacer respetar el Estado de Derecho y, por supuesto, para proteger a aquellos concejales que, como los del PP o el PNV el otro día, sean amenazados.


El País. 12 junio 2011.

jueves, 16 de junio de 2011

Pobre coartada intelectual para boicotear un parlamento democrático

Una lema se extiende entre los indignados: "que sea legal, no quiere decir que sea justo". Sin saberlo, una afirmación iusnaturalista más vieja que la tos. Desde que se conoce que hay derecho, aunque no haya habido catedráticos de teoría del derecho, siempre ha habido quien ha estado dispuesto a argumentar que no toda ley positiva es justa con diferentes consecuencias.

Aunque muchos de los indignados lo ignoren, esta postura, en su vertiente moderada, ha sido defendida tradicionalmente por autores liberales o precursores del liberalismo, eso que tanto denuestan sin saber. Pensadores como John Locke pusieron los elementos básicos de la teoría de los derechos civiles y la representación. Según Locke [1], un pueblo al que las instituciones no le protegen dichos derechos tiene derecho a rebelarse contra sus gobernantes. Lejos de ser muy revolucionario, Locke sólo daba cobertura intelectual a los revolucionarios ingleses que proclamaron rey a Guillermo de Orange después de destronar al católico Jacobo. La otra corriente, la positivista, con cabezas tan visibles como Kelsen y precursores como Rousseau, después de Platón y Marx, probablemente uno de los filósofos con los que más discrepo, defienden a capa y espada que la ley positiva es justa.

Desde mi más tierno contacto con el derecho, he tenido muy claro que ese positivismo es absurdo pues las leyes del nazismo, el fascismo, el comunismo o el nacionalcatolicismo eran perfectamente positivas, aprobadas conforme a los procedimientos legales establecidos y ejecutadas conforme a la ley… sin que a nadie en su sano juicio se le ocurra decir que aparte de positivas eran justas, además, por el simple hecho de ser positivas. Una vez salvado este extremo, también existe otro extremo en el iusnaturalismo ontológico que confunde absolutamente legalidad y moralidad. Es el iusnaturalismo de los padres de la iglesia católica, los escolásticos y demás pseudofilosofía rendida a los pies de la religión. Toda una coartada intelectual para que el Papa no sólo mandara en su territorio sino en todo el orbe cristiano por encima de los monarcas.

Frente a estas dos posturas extremas, yo siempre he visto más razonable un iusnaturalismo deontológico. Mi postura particular es que en el marco de un ordenamiento jurídico que reconozca, garantice y ampare los derechos humanos, y en el que los ciudadanos puedan elegir a sus representantes, es posible que la ley sea injusta, pero eso no es justificación suficiente para no acatarla y respetarla. El derecho de rebelión, es decir, el de violar la ley por ser injusta, tan sólo puede justificarse en el contexto de un régimen que no cumpla al menos uno de esos dos requisitos: derechos humanos y representación.

La razón es muy sencilla. Evidentemente no vamos a ser tan ingenuos como para decir que toda ley positiva, aun en una democracia, es justa. Sería abdicar de nuestra conciencia y nuestro sentido de la ética en favor de una mayoría parlamentaria. Es un absurdo, pero tampoco podemos sostener como legítima una rebelión contra un régimen democrático. El hecho de que la democracia tenga mecanismos para articular la protesta y hacer reformas, deslegitima todo conato de rebelión, como el de los indignados de estos días, que han decidido ser más que nadie en Catalunya e impedir que el Parlament se reúna. Actitudes como ésa sólo sirven para deslegitimar el movimiento y acercarlo a personajes “"ilustres"” como el general Pavía o Tejero. Es evidente que a ellos no les faltarán sus escolásticos: ahí están Marx, Engels o Lenin entre otros, pero actitudes antidemocráticas como esas sólo van a servir para acabar con la simpatía hacia el movimiento y para legitimar la coerción estatal. “Aturem el Parlament” podría ser, traducido al castellano, el lema del General Franco. Como suele decirse, los extremos se tocan.

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[1] Segundo Tratado sobre el Gobierno Civil

martes, 14 de junio de 2011

De mayor quiero ser francés (es un decir)

Sueño con un país en el que las instituciones no muestren una confesionalidad religiosa, no uno que se diga aconfesional, pero parezca confesional, exhibiendo símbolos de una religión que excluye a muchos. Sueño con un día en el que en mi país haya un consenso sobre los valores cívicos republicanos, un consenso que no sea el del olvido, una norma no-escrita que no sea la del apaciguamiento de aquellos que hacen cruzadas contra el velo mientras exhiben biblias en tomas de posesión. Un país en el que las instituciones no sólo digan ser de todos y para todos sino que lo sean.

Ya lo dice el dicho, la mujer del César no sólo tiene que ser honrada sino parecerlo (habría estado bien que también lo dijeran del César). Pero ya se sabe, España, durante casi cuarenta años un erial de fosas comunes amedrentado por el terror totalitario en el que el académico Suárez se sentía tan cómodo, tuvo que abrazar la democracia con miedo, pidiéndole perdón a los militares y a la iglesia católica por ser "“roja"”, por querer la democracia...… Y ese miedo la hizo (si no la mantuvo) conservadora. El gobierno de Suárez no esperó para firmar unos acuerdos con la Santa Sede que subyugaban importantes aspectos de la enseñanza y el ejército a los católicos, tampoco esperaron para hacer una ley del divorcio descafeinada que a duras penas recibió el apoyo de la mitad de la UCD y, aunque lo dice la letra, el espíritu de la Constitución española, refrendada y blindada por el miedo a un golpe de Estado, consagra un nacionalcatolicismo moderado, en el que la religión católica tiene un trato preferente y sus símbolos religiosos se exhiben en todas las ceremonias oficiales de toma de posesión. Es la España del "“como Dios manda"”, la que hace los centros de las ciudades intransitables en Semana Santa y la que vota con más o menos gusto a un partido conservador que, lejos del UMP de Sarkozy, está tomado por el OPUS DEI, los Legionarios de Cristo y un amplio sector que, si no va a misa los domingos, ve con buenos ojos que el Vaticano informe la legislación española.

Respeto las creencias del señor Zoido, incluso aunque él y otros muchos católicos no sean respetuosos muchas veces con los demás. Es, sin embargo, su gesto desafiante de reivindicación de la biblia y del crucifijo en los actos de toma de posesión lo que no me gusta, esa reivindicación involucionista de convertir el lugar de todos en el de unos cuantos, esa exclusión que a buena parte de esta derecha no le entra en la cabeza. Siguen pensando que España es católica y que su cruz es la de todos. ¡No, señores! Los símbolos cristianos no representan a muchos españoles. Es más, les excluyen tanto como les excluiría a ustedes la exhibición de otros símbolos más allá de los partidismos políticos. Cuando algunos políticos de la derecha española comprendan esto y dejen de comportarse como si España fuera una finca del Vaticano, habrán comprendido lo que los políticos franceses entendieron a finales del siglo XVIII: que las creencias de unos no deben mezclarse con la “"res publica"” y que un cargo electo es, antes que creyente, ateo o medio-pensionista, representante de todos y gestor de lo público y eso, señores, no es el “que-hay-de-lo-mío”, es lo de todos, tanto de los que son católicos como de los que no. ¿Por qué en esta materia sigue existiendo en España un cultura política preilustrada?


Zoido señala la Biblia y la Constitución como 'guía de sus pasos como alcalde'
El Mundo. 11 de junio 2011.

sábado, 11 de junio de 2011

MÁS ALLÁ DEL BIEN Y DEL MAL (1886)

Friedrich Nietzsche
Alianza Editorial.
302 páginas.

“Más allá del bien y del mal” es una aproximación al recorrido de la moral: de una moral descriptiva, a una moral valorativa o normativa y, finalmente, a una etapa sobremoral o supramoral en la que lo “bueno” y lo “malvado” ha sido superado. Ese hombre sobremoral será el superhombre que ya adelantó en su “Así habló Zaratustra”. Como hará en otras obras suyas posteriores, Nietzsche ejerce aquí fundamentalmente de inmoralista para realizar una crítica despiadada contra los valores bajos de la moral de esclavos o plebeya y, en general, contra el “plebeyismo” o la medianía para, por último, realizar una defensa de los valores aristocráticos.

Contra lo que muchos puedan pensar, aquí se percibe más claramente que en otras obras sus críticas feroces contra la Alemania y los alemanes de su tiempo y realiza lo que, conociendo a Nietzsche [1], es una defensa de los judíos, como hombres superiores de su tiempo de los que dice, por otro lado, que no tienen ninguna conspiración sino, en su caso (y esto sí lo critica), la aspiración de vivir igual que los europeos, a los que Nietzsche reprocha su plebeyismo. El imperativo Nietzschiano de ir “más allá del bien y del mal”, de transcender la compasión de la moral de esclavos y superarse por la creación de valores propios es, en última instancia, un imperativo individual para cada uno de nosotros.
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[1] Nietzsche nunca defiende a nada ni a nadie salvo, tal vez, a él mismo (y no siempre), a Goethe, a Stendhal y a Dostoievski, por los cuales sentía una profunda admiración.

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miércoles, 8 de junio de 2011

El chocolate del loro

UPyD ha decidido renunciar a los coches oficiales que le corresponden y con ello ha abierto el camino a un debate sobre lo que ya se vino conociendo con el nombre de chocolate del loro: gastos de distinta naturaleza asociados al ejercicio de la actividad política y sufragados generosa e incontroladamente por el contribuyente.

Gracias a esta iniciativa de UPyD que hay que reconocer como meritoria (a pesar de todo lo que sigo manteniendo sobre ese partido), y como parte de ese debate, El País ha publicado parte de ese chocolate del loro del Ayuntamiento de Madrid. Y es que resulta que el loro se traga al año casi 4 millones de euros en toneladas de chocolate que van desde 3,3 millones de euros en sueldos de asesores para 2011 (!!!) a más de 0,5 millones en gastos de oficina, limpieza y mantenimiento de los grupos pasando por 350.000 euros sólo en el renting de 57 (!!!) coches oficiales. Con estos datos encima de la mesa, resulta escandaloso el número total de asesores: 119 y el tremendo gasto en sueldos que eso implica. Sobra decir que la mayoría de los asesores son designados por los partidos directamente lo que debe de llevar necesariamente al que-hay-de-lo-mío, al más vergonzoso reparto de dádivas de los políticos a sus amigos y familiares, un tema sobre el que la prensa española, si estuviera a la altura, investigaría más.

Al lado de esto, la cifra de los coches resulta incluso barata. Aunque hay que recordar que no se incluye en ese dato el sueldo de los chóferes que, sin duda, alcanzará otras pocas toneladas de chocolate del loro. Todo eso por no mencionar la planta semivacía de un edificio que le reservan a los ediles del PP que ya tienen su despacho en las sedes de las Juntas (todo un gesto de ahorro). Pero lo más llamativo de todo esto no es que se estén dejando ese dinero, sino todas las circunstancias alrededor. El hecho de que lo estén haciendo en el ayuntamiento más endeudado de España, y en plena ebullición de la rabia contra la clase política por estos y otros abusos, pone en evidencia lo poco que les importa administrar eficientemente el dinero de los ciudadanos y lo dados que son a los lujos cuando muchos españoles no pueden llegar a final de mes. Pone en evidencia un nivel de insensibilidad y de desconexión con la realidad que justifica en mayor medida las acampadas que tienen lugar en toda España. Y de esto se tiene que tratar, ha llegado el momento de que los políticos sientan la presión, que sepan que ya no se trata del chocolate del loro, se trata de tener decencia, de administrar con eficiencia los recursos públicos y, ante todo, de no despilfarrar. ¿Qué es eso de tener oficinas vacías, 57 coches oficiales y 119 asesores? Ya ha llegado la hora de que sepan que esto se tiene que acabar.

#spanishrevolution

El País. 1 de junio 2011.

lunes, 6 de junio de 2011

Brilliant article about Spanish Royal Academy of History polemic

I couldn't agree more with this article published on Guardian Online... Find some quotes here:


It is the real thing, the royal thing, the actual academy founded in the 18th century to bring the Enlightenment to Spain, and apparently still failing to do so 300 years later.

But surely history is about different opinions, isn't it? Shouldn't we respect this view as valid as any other? Didn't the postmodernists teach us that history is anybody's guess?
No, I'm afraid. History is based on the free discussion of different points of view, but once a reasonable consensus is reached on a topic, those who insist, for example, that Napoleon was a humble man who hated violence are not taken seriously and never make it into a mainstream reference work.

Whatever you think about the past, at least it has the advantage that is gone for ever. The problem is what this dictionary tells us about our present.
It tells us of a Spanish right wing that has been able to embrace democracy but still rejects its memory, preferring that of a fascist regime responsible for a horrible war and years of repression.

Whatever the reasons, José María Aznar's eight years as prime minister between 1996 and 2004 were a great opportunity for his Popular party (PP) to distance itself from its slightly Francoist origins. But the opposite happened: it chose to legitimise Francoism instead.
It was Aznar, in fact, who commissioned the Spanish Dictionary of Biography from the Royal Academy of History. Like a sleeping dragon it has made it through eight years of socialist rule, just in time to wake up for the next PP government, if the polls are correct. As they say: You never know what past awaits you in the future.

Miguel-Anxo Murado, Guardian 2 June 2011

sábado, 4 de junio de 2011

Impresiones de Sol

El sábado y el domingo pasados tuve ocasión de ir a la Puerta del Sol de Madrid y contemplar lo que es parte del 15M sobre el terreno. Tengo que decir que no me llevé ninguna sorpresa ni para bien ni para mal, lo cual supongo que es bueno. Significa, al menos, que la información que me llegó de medios y amigos era fiable.

Es verdad que la acampada de Sol tiene mucho de movimiento alternativo de izquierda anticapitalista, los también apodados despectivamente como perroflautas o antisistema. También vi que con el paso del tiempo eso se ha convertido en un foro para presentar todo tipo de ideas y apoyar todo tipo de causas. Los saharauis o los vegetarianos tienen su "“stand"” como si de una feria de variedades se tratara. Pero, a pesar de todo esto, pude ver por la cantidad de curiosos y por algunas intervenciones que hay mucha expectación e ilusión, que la gente quiere cambio y que existe esa sensación de que hace falta hacer algo y de que estas acampadas son al menos un paso.

Cuando iba de camino a Sol en el autobús, mis amigos y yo no podíamos evitar hablar de política. Cuando comentábamos el papel de la alternancia, una mujer joven, antes de bajarse del autobús, me dijo algo así como: "“perdona, no he podido evitar oír la conversación, estoy completamente de acuerdo contigo…”". Madrid respira un ambiente revolucionario, se habla de política en la calle con desconocidos, la gente quiere respuestas y, más que eso, necesitan saber que no están solos en su indignación, en su conciencia de que algo falla, de que el sistema tiene que cambiar. Cosa bien distinta son las intervenciones y las propuestas: hay de todo. Desde gente que habla en las asambleas para contar sus sentimientos respecto al movimiento, hasta quien piensa que aquello es un escenario para ensayar un casting, pasando por los que quieren aplicar medidas curiosas como recuperar el Impuesto de Patrimonio o crear un Fondo de Garantía Hipotecario para pagar las hipotecas de quienes no pueden hacerlo.

Es evidente que medidas de ese tipo es difícil que se lleguen a aplicar, principalmente porque la gente ya está muy escaldada de experimentos socialistas. También es verdad que falta un análisis a fondo de cuales son los problemas de la banca, del sistema monetario que tenemos y de por donde pasarían realmente las bases para un crecimiento libre de burbujas, especulación y abusos de la banca. Pero no debe ser sobre esto sobre lo que se centre el movimiento en este primer momento y menos para ir a una huida hacia adelante que nos lleve a más banca pública e intervención bancaria. Hay que acabar con los privilegios de la banca, con el sistema de bancos centrales, con la manipulación pública de los tipos de interés y con la manipulación política de la economía, pero antes debemos regenerar el sistema político, mejorando el sistema electoral y ampliando los mecanismos de control sobre los políticos. Y es sobre esto sobre lo que debe centrarse el 15M porque sin eso es imposible impulsar las demás reformas que no requieren actores españoles sino internacionales. La estrategia que apueste por la reforma política y la expansión del movimiento a otros países será la más eficiente siempre y cuando no se identifique claramente con un colectivo o una ideología que pueda acabar excluyendo a los demás de las reformas que tienen nuestro consenso.

jueves, 2 de junio de 2011

Understanding the Spanish Revolution despite international media

José Soldado Serrano

The last two weeks I have seen surprised how international media, specially British media as I live in the UK, misunderstood the real motivations behind the events taking place in Spain. According to the information I got in the UK, people were protesting against government cuts and high unemployment. Not to mention Italian official media, which said it was an anti-Zapatero protest. Unfortunately, reality is much more complex.

I could say that from the first term of the current PM (2004-2008), Spanish people realised that whoever governs in Spain, things are not going to improve in terms of political ethics and economical fairness and equality. But many foreigners may ask: why so late? The reason is clear, Spaniards never saw a non-socialist government till 1996 and socialists did not take power again till 2004, after an exhausting political campaign and several days of fear and unrest caused by the 3/11 Madrid bombings. It was only during that long term when Spaniards knew, after finally trying the same socialist option again, that the structural changes needed were not taking place whoever was in power.

Popular Party and conservative media undermining socialists government legitimacy; governmental negotiations with Basque terrorist group; changes in regional competencies against constitutional consensus; 3/11 trials and conspiracy theories; corruption cases from all parties coming up every day…... Political environment became unbearable and so changed people's political view and hope. That the two main parties were unable to change things and needed to be pushed into a big reform became a motto for many, I include myself. Among all that discontent, a new political party emerged, but Spanish electoral system make it impossible for a third national party to become an important political force and so it has been for now….

Eventually, good times were gone and economic crisis was undeniable just a few months after the last general elections (2008). Zapatero's lies; his late and bad response, and, at last, his sudden conversion into EU/IMF policies only worsened the already terrible perceptions that many had about politicians and politics. Having said this, it seems plausible that the local elections and a raising anger were the only ingredients required to organise a massive demonstration on 15th of May and set up the camps all over Spain the following days. Believe it or not, people are discussing about politics again with a passion never seen. Something completely new seems to be happening and, successful or not, has already made a difference. Citizens organising apart from parties and unions is a new landscape in Spanish politics and so is the concern of the parties in government as for the first time in our democratic history they have been put apart of the discussions, being their main object though. This is what, as Spaniards, we need to keep alive: the same open-minded, democratic, progressive movement that once made transition to democracy possible. This is what all this is about: we want a transition to a better democracy and we want it now.


Brilliant article about the Spanish Revolution:

'Millions of Spaniards Have Lost Faith in Politics'
Spiegel Online International (English Edition), 24 May 2011


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I apologise for any mistake as English is my second language

miércoles, 1 de junio de 2011