Aminetou Haidar lleva ya más de un mes en huelga de hambre. Se trata de una lucha pacífica por su derecho a regresar a su país, el Sahara occidental, que, además, está ocupado por una potencia extranjera, Marruecos, que no deja de ser una monarquía despótica que vulnera los derechos humanos más elementales. Es una lucha legítima y ejemplar por un derecho que le es propio frente a un gobierno que lo vulnera arbitrariamente y, sin embargo, ¿cuál es la actuación de nuestra clase política?
El Partido Popular, adalid de los derechos humanos y de las libertades individuales, sigue empeñado en repetir la coplilla de que la culpa es de Zapatero por haberla dejado entrar en España ¡por razones humanitarias! Hubiera sido mucho mejor haberla dejado “encarcelada” en la zona internacional del aeropuerto del Aiún, claro está. Por si fuera poco, están empecinados en que se le alimente de forma forzosa. ¡Menos mal que son “liberales”! Sin duda el PP está completamente perdido. Ignora el alcance y la importancia de las razones de la lucha de Haidar... Parece ajeno a toda tradición de lucha por la libertad y revela su verdadero rostro conservador. Por otro lado, el gobierno, ejemplo de cómo no hay que trabajar, se pierde y se vuelve a perder en cierres en falso y para cuando empieza a hacer importantes gestiones internacionales se pone en evidencia: Zapatero ha destruido todo el prestigio internacional que tanto les costó conseguir a González y a Aznar. Volvemos a ser el enano internacional que éramos gracias al aislacionismo franquista y ahora nos es imposible conseguir un mínimo de presión diplomática por parte de Francia o de EEUU sobre nuestro vecino del sur, para el que no hemos ahorrado en alabanzas desde hace seis años. Y, por si fuera poco, el orgullo del ejecutivo se ve herido ante las peticiones del “amigo” mundo de la cultura para que actúe el Rey.
Mientras tanto, la causa de Aminetou Haidar parece cada vez más una causa perdida, tan perdida como la del propio Sahara. La ex-metropoli es completamente inoperante tratando de salvarla y sus políticos apenas son capaces de pactar una resolución en el Congreso con la abstención de la oposición: todo un espectáculo indigno del esfuerzo de Aminetou.
2 comentarios:
Buena entrada. Por cierto ¿el PP es liberal, conservador? Por favor, ¡no crispes! Ellos son de centro ;)
Es verdad, del centro entre el pragmatismo nacionalista español y el neoconservadurismo. Yo no crispo, pardiez... Sólo ironizo.
Un saludo.
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