Ramón del Valle-Inclán
Espasa, Austral.
170 páginas.
En un Madrid sórdido, deformado, incluso surrealista Máximo Estrella es un poeta ciego. A través de sus oídos y de la vista de su amigo y guía, Don Latino de Hispalis, el autor va presentándonos personajes y ambientes que retratan la España de la época. El lector se pregunta si Madrid, si España era así o si no es más que una caricatura desfigurada. En cualquier caso, las críticas a la España decadente arrecian, a sus ministros, a su Establishment (aun en lo académico), a su corrupción. Los desórdenes públicos y las injusticias sociales son lo habitual. En ese contexto, las comparativas con otros países europeos, especialmente Reino Unido, son inevitables, si bien ningún país europeo estaba inmaculado en aquella Europa convulsa. Por ello, al lector le sorprende, como a nadie, el final de la historia. Todo sigue igual simplemente, el paso de Max y de su familia por el mundo no es sino una gota más en la inmensidad del océano.
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