sábado, 27 de agosto de 2011

El referéndum como debate superficial


Sarkozy habla de establecer un verdadero gobierno económico europeo

Desde que el 16 de agosto Angela Merkel y Nicolás Sarkozy propusieran la inclusión de un límite constitucional al déficit público en los países de la eurozona, España se ha dado mucha prisa y los dos principales partidos han acordado un texto para la reforma que se aprobará antes de la disolución de las Cortes. Esta reforma no requiere referéndum ya que no afecta a las materias que exigen reforma constitucional "súper-agravada". Sin embargo, muchos se han aventurado ya a pedirlo, diría que sobre el pensamiento naïve de que España tiene elección. ¿Desde cuándo?

Los países que entraron en el euro aceptaron formar parte de una Unión Económica y Monetaria. En los años de bonanza, sin embargo, sólo hemos visto las ventajas de esa Unión. La posibilidad de disfrutar de dinero barato para inflar la burbuja, y obtener un crecimiento irreal y rápido al tiempo que las administraciones públicas despilfarraban los ingresos extra. No obstante, la crisis llegó hace tres años y, con ella, se ha ido deshaciendo ese espejismo sin ningún fundamento económico. Los mercados financieros lo han puesto de relieve de forma virulenta, pero no infundada. No tenía ningún sentido que países como Grecia, Portugal, Irlanda, España o Italia pudieran tomar prestado casi al coste de Alemania, especialmente teniendo en cuenta los lugares que cada país, con sus circunstancias propias, había ido ocupando durante la crisis. Una Unión Monetaria con una unión fiscal tan laxa como la del Pacto de Estabilidad no podía funcionar, pero, claro, eso se ha visto ahora.

Esa Unión Monetaria nos ha puesto por tanto en la difícil situación de tener una moneda única para distintas economías con distintos problemas, distintas disciplinas fiscales y distintos emisores de deuda pública. Ya se sabe que el grupo se mueve a la velocidad de su miembro más débil y aquí es cuando se hizo evidente que la solidaridad era indispensable, pero no gratis. Todos los rescates han tenido un precio, para todos. No sólo para los contribuyentes de los países implicados en el rescate sino para los ciudadanos de los Estados donde se realizan las reformas impuestas como moneda de cambio. Lo que no entienden algunos es que no existe alternativa a esa solidaridad: es eso o la suspensión de pagos. De modo que todos aquellos que piden un referéndum constitucional se olvidan de que el Banco Central Europeo ya está comprando deuda española para mantener baja la prima de riesgo de España y que, de lo contrario, España dejaría de recibir fondos lo que la llevaría a una suspensión de pagos con el subsiguiente pánico financiero y una brutal depresión económica. A veces me pregunto si los partidarios del "no" es lo que quieren.

La cuestión aquí no es si efectivamente hay que reformar la constitución o no en ese sentido o si España pierde soberanía o no. La soberanía de facto en materia de política fiscal y financiera ya la perdimos hace tiempo, de forma especialmente visible desde mayo de 2010. La cuestión es cómo articulamos esa solidaridad europea, quiénes la administran, cómo se les elige y cómo se controlan. Tal y como funciona con la Europa de los Estados parece sencillo: Francia y Alemania mandan y José Luis y Mariano obedecen. De modo que no se trata de vernos como españoles que pierden soberanía sino como europeos que deberíamos ganarla.

Los que propugnan el "no" a la reforma son como los violinistas del Titanic interpretando las últimas notas de una Europa nacionalista donde los Estados aún son soberanos. Ahora va a funcionar todo por consenso, señores. Consenso en Bruselas (lo demás, como el acuerdo PSOE-PP son meros trámites burocráticos). Como apunta Gavin Hewitt en la BBC (ver abajo), la eurozona va a ir hacia un gobierno económico y lo va a hacer desde ya. Todo apunta a que seguirá la vieja fórmula, pero reforzada. Instrumentos como los eurobonos, ya lo han apuntado tanto Merkel como Sarkozy, sólo se pondrían en marcha en una fase final de esa integración fiscal. Ahí es a donde vamos, de modo que acostumbraos a reformas exprés de este tipo consensuadas, "impuestas" o "sugeridas" desde las instituciones europeas o reuniones franco-germanas. Así que, más que discutir si la reforma nos gusta más o menos, que es el debate superficial, hay que empezar a hablar ya de cómo están construyendo Europa sin preguntarnos y de si lo que queremos es esta Confederación con crecientes prerrogativas fiscales o un cambio importante de estructura hacia una UE más federal.


Spain's Parties Signal Constitution Changes On Deficit
NASDAQ.com, 26 August 2011

A balancing act
The Economist, 24 August 2011

Reforma exprés de la Constitución: en menos de un mes y sin referéndum
Vera Gutiérrez Calvo y Ramón Múñoz, El País, 23 de agosto 2011

An unpalatable solution
The Economist, 20 August 2011

By Gavin Hewitt, BBC News, 17 August 2011

BBC News, 16 August 2011

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