jueves, 12 de noviembre de 2009

Nueva injerencia episcopal

Ya en junio de este año, los obispos les recordaron a los diputados católicos cuál debía ser el sentido de su voto sobre la ley del aborto. Ahora han vuelto a hacerlo, con amenaza de excomunión inclusive. Así que no quiero dejar pasar la ocasión sin recordar lo que dije en su día sobre este asunto y manifestar mi malestar por la mentalidad predemocrática de la jerarquía de esta iglesia.

"Comentario:

Art. 67.2 de la Constitución: los miembros de las Cortes Generales no estarán ligados por mandato imperativo.

Una de las mayores diferencias entre las cámaras o asambleas del Antiguo Régimen y los actuales parlamentos es el del mandato por el que son elegidos sus miembros. En el Antiguo Régimen, los Estados Generales, por ejemplo, y demás 'asambleas' estamentales europeas se regían por el mandato imperativo. Los diputados no eran representantes sino una especie de 'delegados' o 'mandatarios' de sus electores 'mandantes' y estaban sujetos a lo que éstos les impusieran a la hora de votar en la asamblea. Con la implantación del sistema representativo, eso ha cambiado. Los diputados están sujetos a mandato representativo. Esto implica que representan a toda la nación, no sólo a sus electores, y que son ellos los que toman las decisiones a la hora de votar en el parlamento. Ni que decir tiene que la petición de los obispos es un disparate por el cual ellos entienden que su poder 'moral' sobre las personas y las conciencias de los diputados católicos está por encima del mandato representativo que han recibido de toda la nación, que sobra recordar que es plural y, por tanto, no sólo católica. Animo a sus señorías a votar lo que quieran y a no aceptar la injerencia de esos señores, que para algo ya no hay estamentos privilegiados ni monarcas absolutos. La nación es la soberana."

2 comentarios:

Israelem dijo...

Pepe, caes en una contradicción, por un lado dices que la nación es plural, que no se deben a sus votantes cosa que es muy curiosa porque resulta que los votamos nosotros si no, podemos hacer como en la época de Franco por tercios que representan a la nación ¿no?

Y luego, dices que animas a cada parlamentario a votar lo que quieran, pero ¿qué es lo que quieran? Si votan que no a la reforma del aborto ¿es por convicción propia?

Mira, los obispos o la jerarquía de la Iglesia está para hacer juicios morales y los escuchen quienes quieran, obviamente ellos suelen dirigirse a los católicos, pero si no eres católicos también, entonces pueden orientar y decir lo que ellos crean oportuno.

Lo que no pueden hacer es coger un palo e ir aporreando a los parlamentarios, eso es una injerencia y el uso de la violencia y la coacción, lo otro es usar la palabra.

La libertad hay que defenderla tanto si te gusta lo que alguien dice como lo que no, pero por desgracia tú a veces caes en un anticlericalismo exacerbado.

Un saludo

Pepe Soldado dijo...

Los que caen en un clericalismo exacerbado son ellos, que creen que pueden seguir mandando en la vida pública a través de las conciencias de los políticos que pertenecen a su iglesia. Antes, hacían lo mismo con los monarcas absolutos, ahora lo pretenden hacer con los diputados. El sistema de gobierno ha cambiado, pero nada cambia si la iglesia sigue manteniendo su sistema de dominación, que se basa en la dominación de las conciencias. Y esto es lo que están haciendo. Les dicen a los diputados que si votan que sí, caen en pecado mortal y los excomulgan. No es una mera opinión. Por favor, Israelem, una opinión es: 'yo pienso que, en mi opinión, considero...' Cualquiera que haya oído las declaraciones de este señor entiende que es la advertencia de una persona que se infiere una autoridad especial para decirle a los diputados lo que tienen que votar y que, además, se permite recordarles las represalias en caso de desobediencia.

Por otro lado, cuando digo que los diputados representan a toda la nación, digo que tienen que pensar que se deben a la nación y sólo a la nación a la hora de votar y no a otra cosa, mucho menos a lo que una autoridad religiosa diga. ¿Aceptarías que el imán de Fuengirola hiciera lo mismo? Por lo demás, los tercios de Franco no representaban a la nación. Primero, eran tercios, cada tercio representaba a un sector de la nación. Segundo, no eran representativos. Tercero, no había libertades. En esas condiciones, la voluntad de la nación no está representada sino usurpada. Y eso fue lo que hizo Franco: matar, torturar, reprimir y usurpar la soberanía del pueblo español.

Me temo que hay cierto sesgo católico en tu comentario y que justificarías cualquier injerencia de los obispos en la política, pero eso sólo nos hace un flaco favor porque da pie a que otras confesiones no tan moderadas hagan lo mismo y, entonces, podrán pretextar argumentos como los tuyos y actitudes como las de los obispos.

Un saludo.